Madre y Señora
¡Madre y Señora!…
En la oración te pedí
ver tu rostro y tu belleza
Madre certe y princesa!…
extasiada yo te ví!…
Mis ojos te contemplaron
envuelta en diáfana luz
ningún astro da, esa luz,
ni las ciencias la inventaron
Gracias, Madre!… No merezco
gracia y luz tan singular…!
mi tiempo todo te ofrezco…
ayúdame a realizar
lo que Dios quiere de mí,
soy pecador, delinquí,
ayúdame a reparar…
Soy anciana, ya lo ves,
pero tengo voluntad
sincera, fuerte y capaz,
para poder derribar,
si tu ayuda no me falta,
al infame capataz
que se cuela en tu era
restando fertilidad
Hna. Tarsicio hpm. 1988